miércoles, 20 de agosto de 2014

Roque, el presidente argentino que forjó la democracia moderna por María Sáenz Quesada

María Sáenz Quesada y quienes la acompañaron en
 el Club del Progreso

















(Buenos Aires) Araceli Otamendi

La historiadora y escritora María Sáenz Quesada disertó hoy  en el Club del Progreso, acerca de Roque Sáenz Peña, quien fuera presidente de la nación, y "el presidente argentino que forjó la democracia moderna", tal como indica el subtítulo del libro recientemente editado por Sudamericana "Roque". El emblemático Club del Progreso que aún alberga la mesa - y se puede ver apenas se entra al edificio- donde fueron depositados los restos de Leandro N. Alem, inmediatamente después de que se suicidara en el carruaje que lo conducía al Club,  fue escenario de muchas conversaciones entre Roque Sáenz Peña y sus amigos. La vida de Roque Sáenz Peña, explicó María Sáenz Quesada, fue rica en sucesos y experiencias. Era hijo de Luis Sáenz Peña, y también fue abogado como su padre. 
Si bien Roque Sáenz Peña provenía de una familia católica y rosista, sus ideas se inclinaron hacia otro lado. Fue amigo de Miguel Cané, Carlos Pellegrini, Lucio V. López, Indalecio Gómez, Ezequiel Ramos Mejía y otros hombres notables de la época.
Asiduo concurrente del Club del Progreso, propuso una gran reforma para ofrecer a los inmigrantes la ciudadanía. Roque Sáenz Peña vio en esa época como el tema de la gran inmigración que llegó a la Argentina era un tema al que había que buscarle propuestas, tal como ocurre en la actualidad  en Europa donde es uno de los temas más candentes.
Era partidario también del diálogo entre porteños y provincianos y entre los distintos partidos políticos. Sostenía que el Club del Progreso tenía que tener un discurso hacia afuera.
Saénz Peña fue un internacionalista pero también fue un hombre de partido, dijo la historiadora. Sostenía que los partidos políticos eran necesarios y también la vida política. También le interesaba que los partidos políticos se fortalecieran.
Roque Sáenz Peña participó como combatiente voluntario en el Ejército peruano durante la Guerra del Pacífico. Fue tomado prisionero y  encarcelado en Chile y después liberado. Fue presidente de Argentina entre 1910 y 1914 e instauró la ley electoral con el voto universal, secreto y obligatorio.
En la Conferencia Panamericana de Washington, Roque Sáenz Peña se enfrentó a la élite política estadounidense, siendo elogiada la delegación argentina por José Martí, que era corresponsal del diario La Nación en New York. "Ellos pueden decir lo que no dicen las naciones más pequeñas" dijo Martí, por los representantes argentinos.
Roque Sáenz Peña era opositor a Julio Argentino Roca, lo que provocó que para dificultar su candidatura a la presidencia de la nación, Bartolomé Mitre impulsara a su padre, el jurista Luis Sáenz Peña como candidato a presidente. Fue así que Roque retiró su candidatura. Al asumir la presidencia Luis Sáenz Peña, Roque fue designado Jefe de las Guardias Nacionales, posteriormente se incorporó a la Cámara de Senadores de la Nación y al poco tiempo se retiró de la vida pública y se dedicó a administrar sus campos y atender sus negocios rurales.
Además de la vida pública de Roque Sáenz Peña, el libro recorre la parte íntima del personaje, sus andanzas, sus amigos, sus amores, el casamiento con la mendocina Rosa González Delgado con quien tuvo una única hija.